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- LocationEn un guión de peli, todo cuenta.
Hazte la idea que lo mismo pasa en tu boda. El venue, y hasta el clima, se tienen que ver en las fotos. Si llueve, ¡que llueva!; si hace un calor de la fregada, que se note en las chelas bien frías y las gotas de sudor; si te mueres de frío, que se sienta la misma vibrita de correr por un suéter.
El ojo debe viajar, incluso en lugares pequeñitos, y más si se trata de dibujar fuera de la raya para ver qué hay más allá de lo que ya viste en todas partes.
Seguro que querrás una foto, esa que de plano no puede faltar, pero no hay que clavarse en repetir las mismas ideas de todos los fines de semana. Haz de cuenta que el resultado visual de ese día se va a montar en una sala de exposiciones, ahora piensa qué reacciones te gustaría tener y qué emociones te gustaría generar en los demás. Easy as that!
Si la fórmula es unir los puntos para ver qué figurita sale, mejor hagamos nuestro propio patrón y vamos a crear algo chingón.
Porque además, los errores también cuentan y son parte de tu historia. Es más, son ese aderecito extra que le cae re bien a cualquier platillo, la gotita de salsa con la que el taco agarra más sabor.
Imagínate todas las risas que se te van a salir cuando veas al mesero tirando las chelas en la mera hora del coctel, al bebé interrumpiendo la ceremonia con un buen berrinche o los pisotones que se dan entre todos a la mera hora de la fiesta.
La boda no es igual a la foto perfecta.
Es más, el día de tu boda 2+2 no será 4. Nada está puesto, todo se mueve y ahí está lo chido.